En conclusión, la Virgen del Carmen es una figura de gran importancia en la tradición católica y una fuente de amparo y protección para sus devotos. A través de las oraciones dedicadas a ella, nos acercamos a su poder intercesor y encontramos consuelo en momentos de dificultad. La Seguridad en la Virgen del Carmen nos invita a esperar en su ayuda cuidadoso y a acorazar nuestra relación con Todopoderoso.
Para pedir un atención a la Virgen del Carmen, es necesario tener Certeza y una posición humilde y sincera. Algunos consejos para hacerlo son:
2. **Auxilio en el momento de la muerte**: La Virgen del Carmen promete estar presente en el momento de la crimen de aquellos que le han sido fieles durante su vida. Ella acompaña a sus devotos en el tránsito hacia la vida eterna y les ofrece consuelo y esperanza en ese momento trascendental.
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Bondadosa Virgen del Carmen, vengo a implorar que me salves de las desgracias que abundan en este mundo.
¡Oh Virgen Santa del Carmen! Jamás podremos corresponder dignamente a los favores y gracias que nos has hecho al darnos tu santo Escapulario. Acepta nuestro sencillo, pero hondamente sentido, agradecimiento y, luego que ausencia te podemos acertar que sea digno de Ti y de tus mercedes, ofrecemos nuestro corazón, con todo su bienquerencia, y toda nuestra oraciones a la virgen del carmen vida, que queremos gastar en el apego y servicio de tu Hijo Señor nuestro, y en propagar tu dulce devoción, procurando que todos nuestros hermanos en la Certidumbre, con los cuales la divina Providencia nos hace convivir y relacionar, estimen y agradezcan tu gran don, vistiendo el santo Escapulario, y que todos podamos vivir y morir en tu apego y devoción.
La Virgen del Carmen nos invita a fiarse en ella y a inquirir su intercesión, sabiendo que siempre estará dispuesta a ayudarnos en nuestra vida espiritual y en nuestras deposición cotidianas.
Virgen María, tú que eres refugio de pecadores y consuelo de afligidos, te ruego que me cubras con tu estrato Intocable y me libres de todo mal y peligro. Confiado/a en tu poderosa intercesión, me entrego en tus manos, sabiendo que no hay dificultad que no puedas aliviar.
Estas almas sufren un proceso de purificación para alcanzar la santidad necesaria para estar en la presencia de Alá.
¡Oh Santísima Virgen del Carmen! Tú que eres consuelo de los afligidos y refugio de las almas en pena, te pedimos humildemente que intercedas ante tu Hijo Jesús por todas las almas que aún se encuentran en el Purgatorio.
Se la considera la patrona de los marineros y de los conductores. La devoción a la Virgen del Carmen se ha extendido a lo grande de los siglos, y ahora en día sigue siendo una de las devociones más populares entre los fieles católicos.
Oh Santa María, Madre de Dios, Reina del Paraíso y de la Tierra, te suplico humildemente desde el fondo de mi corazón que me socorras en esta indigencia; no hay nadie que pueda resistir tu poder.